Friday, April 11, 2014

Generaciones "legionarias"



A partir del documental del canal de noticias irlandés RTE, decidimos publicar nuestros comentarios sobre las generaciones legionarias. No se trata de una clasificación matemática y como todo análisis sociológico se limita a observar las características más comunes que vuelven afines a determinados individuos al grado de constituir un “grupo” con las mismas características. En el andar de la Legión se distinguen prevalentemente los siguientes grupos[1]

Los Reclutados: Son el grupo de legionarios reclutados en su mayoría por el mismo Fundador Pedófilo. Suelen provenir de un estrato social humilde y muy religioso generalmente de pueblos de Michoacán. Tienen una estructura de personalidad débil (aún hoy en día a sus 70 años). En este grupo se encuentran los que sufrieron el mayor número de abusos sexuales. Miembros de este grupo podrían ser: Jorge Bernal, Hermanos Izquierdo, Jorge Cortés, Rigoberto (Cristóforo) Fernández, Javier García, Enrique Jiménez Esquivel, etc., etc.

Los Padres Graves: Son el grupo que sumió responsabilidades y colaboró con Maciel en el gobierno en las primeras etapas; la actividad y responsabilidad los alejó relativamente de los crímenes del Toxicómano Fundador; sin embargo todos, en algún momento, tuvieron elementos para juzgar con recta razón lo que acontecía. Ejemplo de ello es Alfredo Torres[2] que prefirió callar por muchos años. Los que pertenecen a este grupo han gozado de prestigio y privilegios al interno de la Legión. Miembros: Alfredo Torres, Octavio Acevedo, Gregorio López, Hermanos Samaniego[3], Antonio Lagoa+, Ángel de la Torre, Jesús Blázquez, Peter Coates, etc., etc.

De estos dos grupos quienes tenían un sustrato familiar más sólido o una base sociocultural firme salieron de la institución como si se alejaran de una perniciosa secta.

Los místicos: Constituyen este grupo quienes creyeron y quienes de algún modo creen en la santidad del Mujeriego Fundador con todo lo que acompaña semejante creencia; se han alimentado de “su espiritulidad” y han promocionado activamente un ideal sacerdotal inexistente. Ejemplos: José Antonio Alonso, Fidel Quiroz, Fernando Martínez, Jesús Blázquez, Salvador Maciel[4], Thomas Moylan, Ángel Llorente, David Owen, Mariano de Blas, Florián Rodero, William Brock, Marcelino de Andrés, etc., etc., etc.

Los mesiánicos: Constituyen un bloque importante en la vida de la Legión pues le dieron solidez a la Congregación. Este grupo tomó las responsabilidades de los “Padres Graves”; provenientes de familias más sólidas y socioculturalmente altas al percibir las deficiencias del grupo asumieron en primera persona el “destino manifiesto” de llevarla adelante, mejorando lo que había que mejorar. Evaristo Sada, el gran promotor de la figura de “Nuestro Padre”, Luis Garza, que sintió que sobre él caía la responsabilidad de “sacar adelante” al grupo, Álvaro Corcuera, el heredero de Maciel, Héctor Guerra, el de la espiritualidad legionaria, José Albero de la Garza, gran informante, Eloy Bedia, siempre cercano al Fundador, Ricardo Sada, comprometido con el reclutamiento, Peter Hopkins, Felipe Castro, el redactor[5] de las “Cartas de Nuestro Padre”, Eduardo Robles-Gil y Javier Dueñas superiores alineados completamente con el sistema, Antonio León, formador de novicios sin entender lo que es el discernimiento espiritual, Donal Clancy, Óscar Náder, Miguel Segura, Juan Solana[6], Carlos García, los rectores tan manipuladores de conciencias, etc., etc., etc. La mayoría de ellos recibieron la ordenación sacerdotal a mediados de los años ’80. Todos ellos sintieron fuertemente el mesianismo de la Legión, algunos, como Luis Garza, llegando a asimilarlo en primera persona.

Los tecnócratas: Quienes aprendieron a gobernar con los mesiánicos y aplican nuevas metodologías, técnicas comerciales, esquemas de reclutamiento profesional, diagramas, estadísticas, etc.: Benjamín Clariond, Daniel Brandemburg, Alejandro García Acevedo, Miguel Cavallé, Alejandro Ortega, Juan Ramón de Andrés, Jesús María Delgado, Alberto Simán, Leonardo Núñez[7], José García Sentandreu, Guillermo Serra, Enrique Tapia, etc., etc.

Los co-fundadores: Constituyen el grupo grande de quienes estaban en formación cuando se reveló la verdadera identidad del Fundador y han permanecido. Se les dijo “de nosotros depende” y se la creyeron. Han participado con ilusión en las reuniones de “renovación” y algunos hasta han hecho aportaciones. Si se les pregunta por su vocación, responden que no se consagraron a un hombre, sino a Dios. Rechazan los pensamientos críticos y siguen alimentando su psicología con la propaganda legionaria.

Los ilusos: Quienes siguen entrando en la Legión pensando que existe un ideal legionario; han escuchado las noticias, han sabido de algunos testimonios y se aferran a la idea de que con ellos la obra que levantó Marcial Maciel, va a cambiar.

Es una pena, tanto talento desperdiciado.
La mayoría de los legionarios son buenos y virtuosos; muchos de ellos lamentablemente llevan indeleble, como si fuese carácter sacramental, la metodología legionario-macielista. Basta un ejemplo: la acepción de personas[8].

No existe una vocación legionaria es como peinar bombillas…


[1] El apelativo sólo indica alguno de los aspectos más representativos del grupo.
[2] Cuando Alfredo Torres comentó abiertamente sobre una de las mujeres de Maciel, la Legión se apresuró a descalificarlo argumentando demencia senil.
[3] Tarsicio Samaniego padece un grave desequilibrio de personalidad fruto de la “formación legionaria”.
[4] Contra quien pesan acusaciones no aclaradas de abuso sexual junto con Guillermo Izquierdo.
[5] No es el único redactor, pero por los testimonios es uno de los más prolíficos. Maciel siempre lo tuvo a su lado; es manipulable y de estructura psicológica débil. Es de los que aún cree en un posible “complot”.
[6] Juan Solana fue además un superior puesto por Maciel y ha manifestado repetidamente ese mesianismo heredado  de Maciel al hablar de la construcción de Magdala Centre.
[7] La salud psíquica de Leonardo se vio profundamente afectada a partir de que se publicaron algunos de los crímenes de su Fundador.
[8] No se trata de la opción preferencial por los líderes ni supuestos semejantes, nos referimos al simple trato cotidiano. Algunos hacen acepción de personas de modo sumamente descarado y abierto: ejemplos: Jesús Blázquez, Juan Solana, Ramón Hevia, Eamon Kelly

2 comments:

  1. Muy bueno. ¿No han pensado en hacer un grupo con los que siempre han pertecenido al Clan de los Superiores?

    ReplyDelete
  2. Me parece bien la clasificación que hacéis, sin embargo creo que hay otra clasificación más simple: Los manipuladores que son los que mandan y los manipulables que son todos los demás

    ReplyDelete